La matrona e el parto y el post-parto

La matrona: esa figura clave que te acompaña antes y después del parto

 

Una figura indispensable durante y después del embarazo

Has oído hablar muchas veces de la matrona (por cierto, que no se nos olvide, también hay hombres en esta profesión y ejercen una gran labor). ¿Sabes exactamente cómo puede ayudarte? Ahora que estás embarazada te interesa más que nunca. Importante: su papel va mucho más allá del parto y puede convertirse en tu gran aliada.

¿Quién es la matrona?

Esta profesional de la salud no va a ayudarte solo a ti, también a tu familia. Os dará toda la información que necesitéis sobre el embarazo, el parto, el posparto (sí amiga, esto no se acaba con el embarazo) y la crianza. Nadie mejor que ella. Confía en tu matrona y déjate guiar. Te apoyará y ayudará durante todo el proceso. Os cuidará a ti y a tu bebé, tanto desde un punto de vista físico como emocional. A estas alturas del embarazo probablemente ya hayas comprobado que las hormonas pueden jugar malas pasadas. Nada como contar con el apoyo de un(a) profesional para entender mejor qué te está pasando.

¿En qué me ayudará la matrona?

Ponte en contacto con tu matrona en cuanto antes. Lo mejor, una vez hayas confirmado tu embarazo. Puedes llamar a tu centro de salud y solicitar cita con ella.  Lo más frecuente suele ser concertar una primera visita entre la semana 6 y 9 de gestación. Si vas a través del sistema privado, sueles tener una primera toma de contacto durante las clases de preparación al parto.

En esta primera visita, tu matrona te hará una entrevista para conocer tus antecedentes personales y familiares, tus hábitos y otros datos relevantes para el embarazo como tu última fecha de regla. Con este último dato, tu matrona calculará tus semanas de gestación y eso que tanto nos gusta: la fecha probable de parto. Toda esa información será incluida en tu cartilla maternal. Nota para despistadas: guárdala bien y recuerda llevarla contigo cada vez que tengas un control médico durante el embarazo.

¿Qué más hará tu matrona?

  • Control y seguimiento prenatal. Te realizará exámenes regulares para asegurarse de que todo va bien y descartar posibles anomalías que  puedan afectaros a ti o al feto. Dichos exámenes ayudarán también a determinar si tu embarazo es o no de riesgo.
  • Será tu guía. Recibirás información sobre cómo alimentarte, hábitos saludables para tener en cuenta durante esta etapa de tu vida, hábitos que deberás dejar atrás y signos de alarma para identificar a tiempo algún posible contratiempo.
  • Apoyo emocional. Ya lo hemos comentado antes. El embarazo es un importante subibaja emocional provocado por los constantes cambios hormonales a los que las mujeres nos vemos sometidas durante esta etapa. Apóyate en tu matrona, conoce esta situación mejor que nadie. Te escuchará, te apoyará desde la empatía y tendrá las respuestas a esos miedos y ansiedades tan frecuentes del embarazo.  
  • Te asistirá durante el parto y te preparará. ¿Te agobia el parto? ¿Tienes miedo? Si confías en tu matrona, el parto puede pasar de ser algo angustioso en tu cabeza a convertirse en una experiencia muy especial que esperarás con actitud positiva y seguridad en ti misma y en los profesionales que te rodearán ese día. Tu matrona te ayudará con la respiración, te guiará en las diferentes posiciones para el parto y estará pendiente de ti y de tu bebé. Su función es que tengas un parto seguro y que tus deseos se respeten tanto como sea posible.
  • Os ayudará con los cuidados perinatales. Si optas por la lactancia materna, tu matrona te ayudará a iniciarla. Ahí estará para resolver cada duda que tengas al respecto, que durante los primeros días serán muchas. Os enseñará cómo cuidar a la nueva personita de la familia durante las primeras semanas. Y por supuesto, te ayudará a cuidar de ti misma (parece obvio pero muchas veces nos ponemos en último lugar y nos olvidamos de nosotras) y a afrontar la etapa del posparto con realismo y la mejor actitud posible. 

En definitiva, déjate cuidar por tu matrona porque no puedes estar en mejores manos.

¿Diferencia entre ginecólogo/a y matrona?

¿Te has preguntado más de una vez quién hace qué durante el embarazo? En general, tu médico especialista en ginecología se encargará de llevar el control de tu embarazo. Hará seguimiento y si las hay,  diagnosticará y tratará las posibles enfermedades o complicaciones que puedan afectar al correcto desarrollo de tu embarazo. También controlará y dará soluciones médicas a los problemas relacionados con tu sistema reproductor. 

La matrona, como hemos comentado anteriormente, se encargará de proporcionarte una asistencia integral y personalizada en relación con tu salud sexual y reproductiva. Por otro lado, como ya hemos visto, será tu gran aliada también en el posparto.

Esperamos que después de esta entrada tengas un poquito más claro en qué puede ayudarte tu matrona y corras a ponerte en contacto con ella. 

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Estás embarazada: qué esperar de cada trimestre

Felicidades mamá, bienvenida a la maternidad

Es sin duda el momento más especial de nuestras vidas. Una espera que a veces no es tan dulce como nos la pintaban porque estamos llenas de dudas e incertidumbre. Un consejo de mamá a mamá: disfrútala (pasa más rápido de lo que piensas), rodéate de compañía de la buena y pregunta todo lo que tengas que preguntar. Aquí una primera información general para empezar este viaje. ¡Agárrate que vienen curvas!

Primer trimestre del embarazo

¡El más emocionante y a la vez el que más nerviosas nos suele poner! No eres la única que quieres que pase rápido para saber que todo va por el buen camino. Algunos hitos: 

La tercera semana será tu primera semana de gestación y puede que empieces a notar los primeros síntomas del embarazo. Aunque todas somos diferentes y cada una lo vivimos de una manera distinta. Incluso puedes ver cambios entre embarazo y embarazo si no es tu primero.

La cuarta semana, es el mejor momento para volver a hacerte el test y confirmar la noticia. Tranquila, no eres ni la primera ni la última en repetirte el test, nos pasa a todas. Por cierto, en esta semana el embrión suele medir entre 0,36 y 1 mm de longitud. 

Ahora sí que empieza oficialmente esta maravillosa aventura. Si puedes, intenta dejar la incertidumbre de lado y celebra cada pequeño milagro que ocurre en tu cuerpo. ¡Date el capricho!

¡Y cuídate! Siempre, pero durante el embarazo más. ¡No te olvides de esto! Cuerpo y mente. Intenta descansar lo suficiente (lo sé, es difícil, pero propóntelo), comer alimentos saludables (peca de vez en cuando, no pasa nada) y mantenerte hidratada. 

Y recuerda, rodéate de profesionales en quien confíes. Tu matrona y tu gine son tus mejores apoyos durante este periodo. Pregúntales lo que necesites y comparte preocupaciones. Te ayudarán.

Segundo trimestre del embarazo. ¡Lo estás haciendo genial, mamá!

Por norma general, este trimestre suele ser el más agradable para la mayoría de nosotras. Las náuseas matutinas suelen disminuir o desaparecer y es probable que nos encontremos con mucha más energía

Y esa personita que llevamos dentro empieza a coger carrerilla y a aumentar de tamaño semana tras semana. En el segundo trimestre, tu bebé pasará de medir unos 8 cm a medir 36 cm y de pesar 30g a pesar unos 850g. Lo que viene a ser, para entendernos, “una coliflor”. Y tu tripa también será cada vez más evidente. ¡Hay que hacerle hueco!

¿Se mueve o no se mueve? Esto también nos lo solemos preguntar mucho las futuras mamás. En torno a las semanas 16 y 18 puede que empieces a notar algunos movimientos fetales. No te preocupes si no lo hace, sucederá más adelante. Y muchas veces, es más fácil percibir estos movimientos si no es nuestro primer embarazo. 

La semana 19 es otra historia. El bebé crece y tiene un buen espacio para moverse, por lo que llegarás a notar las famosas pataditas. ¿Impresiona, verdad?

Por lo general, este trimestre es más tranquilo. Pero (siempre hay un pero), puede que comiences a tener alguno de los siguientes síntomas habituales de estos meses:

  • Mareos
  • Cambios en la pigmentación de la piel, pueden aparecer manchas o el oscurecimiento de los pezones
  • Aparecen las estrías y los picores en la piel
  • Calambres nocturnos 
  • Dolores en la zona lumbar
  • Estreñimiento

Para ayudarte a sobrellevarlos, algo muy evidente, pero que no está de más recordar: buena alimentación y mantenerte activa (si los profesionales que te siguen lo consideran oportuno). A veces cuesta ponernos a hacer ejercicio durante el embarazo y el cansancio nos puede. Un pequeño esfuerzo más y verás como el cansancio disminuye y recobras energía y tienes menos dolores. Consulta con tu médico qué tipo de actividades son seguras para ti y no te olvides de escuchar a tu cuerpo. Si estás cansada, descansa, no fuerces. Caminar, nadar y practicar yoga prenatal son, en general, excelentes opciones.

3 meses para conocer a tu peque. Comienza el tercer trimestre

¡Y llegamos a la etapa final! No apta para impacientes. Este trimestre se puede hacer muy largo, sobre todo al final. ¡No podemos esperar a verle la carita! A partir de la semana 28 tu bebé podrá abrir y cerrar sus ojitos, podrá regular su temperatura corporal y dejará de depender de la temperatura del líquido amniótico. Y lo más importante, en la semana 34, tu bebé se prepara para su llegada y se coloca con la cabeza hacia abajo. Aunque no siempre.

Puede ser que llegado el término del embarazo tu bebé no esté en posición favorable. En este caso, puede que tu gine recomiende alguna maniobra o una cesárea. Recuerda, estás en las mejores manos. Intenta mantener la calma. Todo saldrá bien. Por cierto, ¿has oído hablar de la moxibustión? Esto nos da para otra entrada del blog. 

En estas últimas semanas te harán algunas pruebas y revisiones específicas para controlar la frecuencia del latido del bebé, y la frecuencia y el tipo de contracciones. Son rutinarias y preventivas para afrontar tanto el parto vaginal como la cesárea. Y puede que te hagan ir más de una vez a los famosos monitores.

Los últimos días/semanas de gestación notarás diferentes señales que te harán saber que la llegada de tu bebé está cerca. La expulsión del tapón mucoso, las falsas contracciones (llamadas Braxton-Hicks) y un aumento considerable del nivel de cansancio. 

Las señales definitivas de que estás de parto son las contracciones regulares que aumentan de intensidad y/o la rotura de la bolsa amniótica. Recuerda que la bolsa se puede romper tanto de golpe como de forma paulatina. Y ahora sí: el parto. Tan ansiado por unas y temido por otras.

El proceso del parto

Si eres madre primeriza, la dilatación puede llegar a durar hasta 14 horas y la salida del bebé entre 1 y 2 horas. La última parte es la expulsión de la placenta, que no durará más de 30 minutos (como siempre, cada caso es diferente). Para las mamás que ya hemos tenido más peques, el proceso puede ser más corto debido a que los tejidos son menos resistentes. Ya sabes, la típica frase que oyes tantas veces de “el camino ya está hecho”.

¿Y ya está? No, rotundamente no. Bienvenida al mundo del postparto. De nuevo, aquí tenemos para otra entrada de blog. La salud mental es crucial en esta etapa. Ya tienes aquí a tu bebé y a pesar de ser lo mejor que te ha pasado en la vida, no puedes evitar sentir tristeza o nostalgia. No eres la única, y se sale de esta. Pide ayuda, especialmente si tienes sospechas de una depresión postparto

Aquí tienes algunas pinceladas sobre el embarazo, ese momento tan mágico y transformador para cualquier mamá. Recuerda consultar con profesionales, otras mamás y echarle un vistazo a las guías de embarazo por semanas actualmente disponibles. ¡Suerte y disfruta!

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